CARTA A UNA NUEVA MAMÁ
Te invito a leer este bello mensaje
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Quiero decirte algunas cosas:
Primero que nada, respira profundo. Aunque en este momento no lo parezca, todo este asunto de ser madre será un poco más fácil cada día. El trabajo siempre será mucho y podrás sentir que no puedes más o que no lo estás haciendo bien, pero poco a poco irás conociendo a tu nuevo bebé y redescubriéndote a tí misma.
Nada es para siempre. Esos primeros meses llenos de llantos, desveladas, cansancio extremo, dudas y temores pronto pasarán. No te agobies porque las cosas no salgan siempre bien o si tu bebé no para de llorar. Él también es nuevo y está descubriendo sensaciones y sentimientos fuera de la seguridad y calor de tu vientre materno. Disfruta y valora los buenos momentos y trata de conservar la calma en los malos, solo son pasajeros y cuando menos lo esperes ya habrán pasado a la siguiente etapa.
Permite que te ayuden. Así sea tu pareja, tu mamá, tu hermana, la vecina, la tía o tus amigas, dales oportunidad de apoyarte de vez en cuando. Sé que después de 9 largos meses lo último que quieres es separarte de tu bebé, pero es bueno recordar que tú también debes descansar de este nuevo y demandante rol como mamá. Tu hijo estará bien, te lo prometo.
Escucha los consejos de los demás, pero toma tú la decisión final. Todos van a querer aconsejarte cómo cuidar a tu bebé y aunque con algunos parezca lo opuesto, no lo hacen para agobiarte sino para apoyarte, y lo hacen con la mejor de las intenciones. Pero al final la que debe decidir qué es lo mejor para su bebito, eres tú. Deja que te aconsejen y toma lo que consideres bueno. Infórmate e investiga. Si algo no te parece, no estás obligada a hacerlo.
Confía en tu instinto. La naturaleza es muy sabia, alguna vez leí que si tuviéramos a nuestros bebés solas en medio de la selva sin doctores, enfermeras, matronas, pediatras ni expertos en maternidad, aún así podríamos hacerlo todo bien. Porque ser mamá es algo natural, algo que toda mujer lleva dentro y que por intuición somos capaces de hacer.
No tengas miedo. Todas tenemos dudas y temores cuando nos convertimos en mamás, pero no vale la pena estar constantemente angustiada porque todo salga a la perfección. Te aseguro que si hay alguien que no tiene miedo alguno es tu bebé, quien confía ciegamente en ti gracias al amor y cuidado que le has dado antes que naciera. Puedes estar segura de que todo tomará su curso y las cosas saldrán bien.
Ama tu cuerpo. Esto último que te pido es quizás lo más difícil de ser una nueva mamá. Pero es muy importante que lo hagas. Ámalo, admíralo, valóralo. Le dio hogar, cariño y seguridad a tu bebé mientras se formaba y te ayudó a traer a este mundo a una nueva personita. No te fijes en las estrías o si tu cabello está despeinado, ni en las ojeras que ahora parecen permanentes y en esos kilos de más. Eres una guerrera, creadora de vida y tu cuerpo es la prueba de tu fortaleza y el increíble amor que puedes dar.
Y por último, recuerda: eres la mejor mamá que tu bebé puede tener.
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