jueves, 19 de febrero de 2015

La Juguetería

"Una joven pareja entró en el mejor almacén de juguetes de la cuidad. El señor y su esposa se entretuvieron en mirar, sin prisa, los juguetes de colores alineados en las estanterías, otros estaban colgados en el techo, o en alegre desorden sobre las mesas. Habían muñecas que lloraban y reían, juegos electrónicos, cocinas en miniatura en donde se podían hacer malteadas y pasteles. Como no lograba decidirse, se les acercó una empleada muy simpática que atendía la juguetería.
La señora le comenta: "Nosotros tenemos una niña muy pequeña, pero estamos casi todo el día fuera de casa, y a veces muy tarde de la noche".
-Es una niña que apenas sonríe!..., comento el hombre.
-Quisiéramos comprarle algo que la hiciera feliz, -añadió la mujer-; incluso cuando no esté con nosotros... Algo que le de alegría aún cuando este sola, algo que le quite la tristeza y la motive sonreír.
-Lo siento, -sonrió la empleada con gentileza- Pero aquí no vendemos padres!.

Dar buen trato a los hijos y demostrar nuestro amor no significa dar cosas, que no les falté nada a los hijos, que tengan comida, vivienda, ropa, educación, diversión. Es estar ahí cuando más nos necesiten eso es el verdadero amor a nuestros hijos. Darle calor de hogar apoyo incondicional. Tu ausencia los deja marcados de por vida.

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