Es fascinante como nos comunicamos ahora, tenemos a nuestro alcance miles de medios y herramientas para expresarnos. La web nos da un abanico de posibilidades para interactuar con gente en todas partes del mundo.
Lo anterior se volvió un aliado en la maternidad de muchas. Las madres de antes criaban en tribu, en grandes familias dónde todos ayudaban. Ahora criamos algo solas y muchas nos refugiamos en la tecnología para sentir algo de cercanía con otras; buscamos empatía, consejos, información y validación. Tiene sus ventajas, gracias a estos avances se crearon redes de apoyo entre madres; grupos de Facebook, Fanpages, Blogs, grupos en Whatsapp, etc. Las madres estamos conectadas por medio de la red.
Cuando nació mi hija, solía pasar la mayor parte del día en casa. Empecé a explorar los grupos de madres y encontré algunos muy valiosos, mantenía contacto con amigas con las que conversaba por horas desde el celular mientras mi hija dormía, todo esto se convirtió en mi contacto con el mundo exterior. El celular me permitía tener conversaciones con adultos, antes de que mi hija hablara, la única voz que se escuchaba en casa era la mía, solo unas miraditas y sonrisas de respuesta.
Mi familia vive lejos y pasar un tiempo en el celular era algo que me mantenía cuerda, escribirle un mensaje a mi madre para consultarla y que en pocos segundos tuviera una respuesta, me hacía sentir segura. Platicar con mis amigas de los días difíciles o las pocas horas de sueño y dar algunos consejos o pedirlos en grupos se volvió parte de mi día a día.
Ahora que mi hija habla (vaya que sí habla) pasamos toda la tarde juntas pero hay momentos que me gusta conversar de temas más allá de caricaturas o juegos y es cuando tomo el celular. Para alguien que trabaja en redes podría ser muy difícil no conectarse parte del día, hay algunas herramientas que me permiten administrar mi tiempo. Aun así, llegué a la conclusión que debo usar menos el teléfono, lo tengo muy consciente.
Me preocupa que mi hija sea víctima de mi uso excesivo de las tecnologías, definitivamente es peligroso para su desarrollo y nuestro vínculo. Aunque ella tiene 1 hora al día para usar el iPad, hay ocasiones que prefiere jugar y podemos prescindir de el, me alegra que prefiera eso, me tranquiliza que no se enganchó y que no es de ese grupo de niños que viven inmersos en la pantalla. Definitivamente no quiero que mi hija se convierta en huérfana digital, quisiera vivir y aprovechar el tiempo con ella, jugar y acompañarla en su crecimiento.
Sé que en los tiempos que vivimos es difícil alejarnos al cien de la tecnología, pero sí podemos hacer un uso razonable.Si consideras también que es momento de bajarle al celular, te recomiendo lo siguiente:
1.-Ponlo a cargar lejos de tu mesa de noche, esto evitara que sea lo último que veas antes de dormir y lo primero que hagas al despertar. Si lo usas de alarma, aún existen los antiguos despertadores.
2.-Quita las notificaciones de todo, esto ayudará a que no esté sonando continuamente y sientas necesidad de echar un ojo.
3.-Asigna un tiempo para el celular, ¿Cuánto tiempo crees que es prudente y razonable? ¿Tal vez 3, 4 horas en el trascurso del día?
4.-Decide en qué momentos usarás ese tiempo de celular, por ejemplo si tu hijo va a la escuela por la mañana aprovecha ese espacio y por las tardes reserva más tiempo para tu familia.
5.-Planea actividades con tu hijo y deja el celular lejos pueden pintar, ir al parque, platicar, leer, etc procura solo enfocarte en eso el tiempo que consideres prudente.
6.-Si estás usando el celular y tu hijo te habla, sube la vista, míralo a los ojos y escúchalo.
7.-Apágalo de vez en cuando, me acuerdo que en los inicios del celular, solíamos apagarlo en la noche.
8.-Dejarlo descargar y no correr a conectarlo te pondrá offline y te sentirás relajada.
9.-Elige un día a la semana en el que puedes prescindir del teléfono, si hay une emergencia familiar, seguramente pueden buscarte en casa.
10.-Sé honesta con quién te escribe, si estás a medio juego, baño o dando de comer, se vale escribir; “ahora respondo”
11.-Si salen a comer en familia, déjalo en la bolsa. Si solo van tu esposo y tú, ahí no aplica pues es indispensable estar al pendiente si tu hijo está al cuidado de alguien más.
12.-Decide que vale la pena postear al instante, no tenemos que hacer la foto en todos lados y de inmediato subirla. Tómala y súbela después.
13.-Elimina algunos grupos de whats app, aquellos dónde no participas o toma la valiente decisión de darte un receso de aquellos dónde pasas la mitad del día.
14.-Limita tus participaciones en los grupos de Facebook, puedes ocultarlos del “timeline” y entrar a ellos en el tiempo que destinaste para el uso del celular.
15.-Pongan reglas en casa, es probable que papá también se enrolle en el celular. Decidan en qué momentos del día no se usará
Me encantan las redes sociales, por algo me lees en este espacio pero caí en cuenta que ahora vivimos para ellas. Por ahí leí que la tecnología nos ha acercado a los que están lejos y alejado de los que tenemos cerca. No quiero que el recuerdo que mi hija tenga de mí, sea con un celular en la mano, quiero mirarla siempre a los ojos, hacerle saber que ella es más importante que un like y que hacer casas de campañas con las sábanas es mejor que usar un dedo en la pantalla.
Soy realista, prescindir del uso de un móvil quizá ya es imposible, ya forma parte de la vida cotidiana pero buscar un equilibrio sí podemos hacerlo. ¿Te unes al reto?
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